lunes, 29 de septiembre de 2008
PALAVRA ENCANTADA
domingo, 28 de septiembre de 2008
FABIÁN SE FUE
DINNER FREE EN EL ALPHA HOSTEL
jueves, 25 de septiembre de 2008
J Club o cómo Silvia nos consiguió más entradas
Al otro día, el Niño Campeche tiene que volver al J Club, porque Silvia nos vuelve a conseguir entradas de graca (sin ella, el niño campeche sería nada y quedaría reducido a su condición campeche; ella le posibilita o lo obliga a dar el salto por el cual el personaje muta, cambia la trama de los acontecimientos. Esta vez, presionado, se pone zapatos y una remera de shopping y un pantalón de vestir. Fabián, camisa y zapatos y un jean de shopping. Siente que esa ropa le saca alergia en la piel, le corroe los pelos negros y gruesos, se los quema. Pero lo soporta. Por los otros dos que le pidieron encarecidamente la noche anterior que se ubicara y que terminara con su parloteo clasista porque cansaba. El Niño campeche, dada su condición de cuasi esclavo, agacha las orejas y cumple lo que sus patrones le solicitan y aguanta la tortura de la ropita cheta. Esta noche cantan Joyce e Zé Renato. Como siempre, casi no los dejan entrar, porque no tenían reservas; pero la productora amiga de Silvia, nos cede su lugar y nos invita a compartirlo. Y se carga las tres gaseosas y una comidita en su tarjeta. El Niño campeche siente vergüenza; pero como siempre acepta pasivamente lo que hagan de él; si no, no sería campeche. Joyce e Zé Renato tienen eso de la Bossa nova brasilera, la combinación exacta entre demasiado "buen gusto" y armónica música de salón. Los acordes, las ejecuciones, la respuesta vibrante y enloquecida del público -las mujeres se sacuden como macacos en celo y no paran en toda la noche- son más que otimas, rozan la perfección y, por eso, el Niño campeche prefiere a Sururu que, por otro lado, le suena a un pescado Surubí y más acorde a su realidad y amaría volver a escucharlos. Porque los tiene en su cabeza. En un momento, mira a Fabián y lo ve completamente dormido, luchando con las cabeceadas al aire. El Niño campeche se desespera porque, disfrazado de chetito, no le puede pegar una patada por debajo de la mesa (y si la productora o el hermano de Silvia que acaba de llegar, lo ven, qué va a pasar; qué vergüenza). Entonces, Fabián se acerca a él y le pide ir al baño. Qué alivio, se va a lavar la cara a ver si se despierta un poco. A mí me gustan Joyce y Zé; pero son tan perfectos y sin riesgos que aburren. Demasiada técnica, poco carisma, aunque el público enloquezca. Qué sé yo, el Niño no es brasilero y capaz que está absolutamente equivocado y fuera de lugar. Pero prefiere a Sururu.
miércoles, 24 de septiembre de 2008
CRISTO
lunes, 22 de septiembre de 2008
BUZIOS
Sábado
I
Nos levantamos, borrachos y decidimos salir para Buzios. Me tengo que preparar, psicológicamente, para los posibles golpes del camino. El primero, es la Rodoviaria, en plena favela, o en el límite. Vamos a dejar las valijas a URCA y, luego, en Botafogo, pegamos el onibus Real hasta ella. Ahí nos ven, a toda rueda sobre el mapa verde de la costa de Flamengo, Lapa (el lugar mágico de anoche), el Centro y, en este momento, en calles que cambian su fisonomía y dejan atrás el estilo domo seguro. Desportilladas, rotas, derruidas, nos abren un tapial de alambres con cuchillitas y cemento y, más allá, la Rodoviaria. El trámite es simple, como comprar un pasaje en Argentina. Subimos al 1001. Le escribo un mensaje a Mariana: A genchi e no onibus. Fabiano fala que voce e otima com os cálculos –Mariana nos había dicho, segundos antes, que si tomábamos el ónibus Real en ese momento llegábamos al cole de las 11 para Buzios. Nos reímos. El portugués de los anuncios de la Rodoviaria empieza a degustarse en la lengua y en los dedos (tal vez por tanta feijoada y salgados). Arranca el 1001 sin aire acondicionado (raro porque si hay algo bueno en Rio son sus onibus; casi todos los onibus urbanos tienen aire y son excelentes; pero éste, interurbano, no –no importa, de todos modos; en Argentina uno tiene que pedir que el onibus esté mínimamente limpio y, a veces, el aire tampoco funciona; digo, estamos acostumados, ¿ne? No me voy a hacer el exquisito y menos después de los días fríos que pasamos).
II
Buzios es eso. Sí, miren las fotos. Seguro que la vista y la imagen, tal y como lo demuestra nuestra cultura del presente, harán más comprensible pero no totalmente, esto que percibo. Aunque no lo que vivo. Pero si cruzan foto y lenguaje, tal vez estén cerca; aunque no completamente, insisto, de eso que vivo. Pero ahora, basta de metatexto. Hay que dejar de aburrir con estas pajas intelectuales y pasar a lo concreto: a la experiencia de Buzios.
Primera impresión: se parece a un pueblo y, como no tengo amigos ni conocidos, me voy a embolar como los mejores. Los pueblos sólo son divertidos si uno conoce gente, si uno puede pasar sus días en companía de otros que le abren las puertas de sus casas para compartir el tiempo de pueblo. Pero acá no tengo a nadie y me voy a pegar un embole. Mucha lagunita, costa, casita; pero...
Segunda impresión: Todo es artificio. No hay rastros de favelas o pobreza en los alrededores. No parece parte del departamento de Rio de Janeiro, ni de latinoamérica. Tal vez, hayan conseguido solucionar la vida de los pobres y tenga algo que aprender. Pero no creo, por lo poco que veo, es el centro del conchetaje. Fabián será feliz; yo un malhumorado.
Tercera impresión: Ni bien nos bajamos del onibus, un tipo negro nos ofrece una posada -pienso que es la típica ciudad turística donde todo está preparado para consumir o hacerte consumir. El tipo se llama Paulo.
Cuarta impresión: No hay ni siquiera rodoviaria -terminal-. Me parece que va a ser deprimente.
Quinta impresión: Paulo nos mete hacia el centro. Cruzamos por calles de pirca. Hay una proliferación de vidrieras y de pousadas. Se oye el ruido del mar. La ventana de la Pousada que Paulo nos ofrece, da al mar y por ochenta reales -Menos que el Hostel húmedo de Rio.
Sexta impresión: La habitación está buenísima. Lástima esta gente que lo único que quiere es vender. Paulo nos ofrece una promo: si pagamos en efectivo, ochenta reales, con débito, noventa. Porque preguntamos si podemos pagar con débito. Se pelean con la encargada que nos quiere cobrar noventa en efectivo -por diez reales somos capaces de sacarle los ojos a cualquiera. Pero lo prometido, se cumple o se cumple. No nos van a engañar, endulzar para vendernos algo que luego cambia. Se pelean mal entre ellos. Intuyo que desde siempre la habitación costaba 90, en efectivo o débito; porque es fin de semana y sólo en la semana tiene el otro precio. Para venderla, Paulo se hizo el vivo y quiso engañarnos frente a otras ofertas: nos dio el precio de la semana. Cuando dijimos de pagar con débito, quiso reponer los diez reales que solito se había olvidado de cobrarnos y nos mintió; pero no contó con que teníamos efectivo. Conclusión: nunca me prometas algo que luego no has de cumplir, ni me mientas, porque no perdono, seas o no vendedor. Se sacaron los ojos y nos cobraron ochenta reales.
Séptima impresión: El mar, finalmente. Me meto; pero como pasa siempre, no puedo dejar de lado la inseguridad de dejar la mochila en manos de cualquiera y no me alejo de la costa. Las algas me raspan los pies. El sabor a sal cristaliza en la boca.
Octava impresión: Los precios no tienen nada que ver con los de Rio. Cincuenta por ciento más baratos. Me voy a comprar todo y no voy a poder contenerme. Y lo que voy a comer.
Novena impresión: Caminos por el paseo del centro. Se multiplican las playas, pequeñas, de aguas traslúcidas y turquesas. Piedras y arena en el fondo como una fotografía. El paisaje es indescriptible, es certo. Pero mi cuerpo está frío, congelado. Como una Hamburguesa con queso. No puede haber tantas opciones. No deja de sorprenderme lo armado que está todo: ya me cansaron los vendedores; salen hasta de las paredes, brotan y cada uno ofrece, infinitamente, lo mismo. Los ignoro. Estoy tiritando y me duelen los huelos.
Décima impresión: Son las doce de la noche y todo, tiendas de ropa, de souvenirs, panaderías, supermercados, todo, absolutamente, sigue abierto. El pueblo del principio deja de ser tal. Se parece esto a una ciudad en miniatura, a un shopping a cielo abierto preparado para el placer del consumo. El paisaje se borra en la noche; pero el mercado sigue iluminado.
Domingo
Íbamos a irnos de excursión a las islas. ¿Adivinen? Sí. Está nublado y el mar, como nunca, picado. El viento encalló veleros y barcas de pescadores enfrente de nuestra ventana. Las algas y las ostras, revueltas, quedaron tiradas en la playa. Por eso hemos caminado durante todo el día, con mapa en mano, buscando las playas que rodean a Buzios. Las conocimos a casi todas y a ninguna pudimos meternos. Imagino la decepción de Fabián, su angustia. Yo la pasé bien: pero venir a Buzios y no poder meterse en la Playa, es el colmo de la mala suerte en la que Rio me ha atrincherado.
Estamos comiendo un salgado de presunto y queixo. Una trafic rumbo a Geribá, una de las playas y barrios de Buzios, para en la calle principal. Nos subimos. La mala suerte de encontrarnos con la Rosarina nueva rica y conchuda. Rubia y maquillada hasta la médula. Nos dice su nombre con una vocecita de nena que no deja de taladrarme los tímpanos. Y comienza el delirio. Siempre me pasan estas cosas a mí. Las locas se me pegan como garrapatas. Ay, sí, yo encontré acá mi lugar en el mundo. Qué sé yo, yo les decía que las playas de acá no tienen nada de arena en comparación con la Florida (jajajaja -me río y no puedo creer que diga eso-). Pero Geribá es mi lugar en el mundo, donde ellos tienen su cabaña, Uds. la pueden venir a conocer y se toman un café. El hijo de ellos está en Rosario, en mi hostel, por Pellegrini. Sí, qué lindo. Esto es lo más lindo que me pasó, tengo una familia, ellos, y joda todas las noches y gasto y gasto y gasto plata todo el tiempo (mañana tengo que pedir otro giro porque ya me quedé sin de nuevo). Además, vos viste lo que es Buzios, un gran country, de qué otro modo se puede describir. Es mi lugar en el mundo. Bajamos de la trafic. la Loca no para de hablar. Encima nos lleva a la Posada de estos otros dos que, me imagino, deben estar hartos de ésta. Nos meten en un lugar (si Fabián no le huebiera hablado, no estaríamos acá, pienso; pero se va a quedar callado y todo). Ahora nos dan café y la Loca nos muestra las fotos de su viaje y nos explica y nos da nombres de gente que no conozco ni me interesa conocer. Nos tomamos rápido el café. Nos muestra la Posada. Es linda; pero no me interesa; me quiero ir porque se hace de noche y quiero conocer la playa, antes de que se apaguen las luces. Odio esa cara de boluda y esa vocecita. Nos saca por la calle y nos mete en infinitas diagonales. Crizamos un pasadizo entre los chalets del gran country de Geribá (la definición más acertada de Buzios se la debo a una Loca) y allá están las olas y la Playa. Nos saca una foto y ya no escucho lo que dice porque mi mal humor es descomunal. Nos da dos besos, porque acá se saluda así y desaparece por uno de los corredores, no sin advertirnos, antes, que nos podemos perder en Geribá, porque es como un laberinto; pero que preguntemos por el supermercado la princesa, ¿viste?, como yo y todos les van a decir cómo llegar. Descomprimo y miro el mar. La noche contrasta con sus olas, brillantes.
viernes, 19 de septiembre de 2008
Festejos del cumpleaños
Mariana nos busca por el Hostel tipo once de la noche. Silvia no puede venir. Pero nos atrevemos igual. Subimos a un onibus que dice Lapa y a mil quilómetros por hora cruzamos la costa. El reloj, próximo a Cinelandia, es la referencia que busca Fabián para bajarse. Va tan rápido este onibus que da vértigo y miedo de terminar revoleados en cualquier lado, menos en Lapa. Yo prefiero encontrar los arcos, LOS ARCOS DE LAPA -por donde pasa el bondinho, arriba, hasta Santa Teresa-; esa referencia no falla y, además, seguro que nos deja en Lapa. Y allá están, enormes y gigantes arcos amarillos que cruzan y cortan la calle -son tan altos que pienso que los que viajan colgados del bondinho están locos-, y lo que está con ellos es lo increíble. Cuerpos, que se mueven, se aglutinan, ahí, en la calle, debajo del escenario arquitectónico de los arcos, a plenas músicas, mezcladas músicas de sambas, de disco, lentas. Música y carritos de tragos y comidas diseminados como islas en el mar de cuerpos, sin distancia, en pleno roce y choque y movimiento. Cuerpos que bailan, comen, hablan, se ríen. Bajamos. Nao posso acreditar esto. Ni dejar de repetir esa frase. Paso entre los cuerpos en una suerte de éxtasis siniestro. Una fuerza me impulsa.Muevo los ojos, los hombros, las caderas, los pies. Bailo y camino y me siento levitar en un mar de cuerpos, mezclados. Negros, rubios, trigueños, conchetos, pobres, favelas, centro de la ciudad y periferias. Es un gran carnaval de cuerpos. Y venden camarones y caipi frutas y unas salchichas alemanas enormes que me dan hambre y decidimos comprar. Una para cada uno. Cada uno con su salchichón -chistes obvios-, agarraditos al palito de madera caliente, en posición erguida y a la lengua. Sabor intenso. Y la foto que no puede ser porque no trajimos máquina y ahora la cerveja Antárctica; la mejor cerveja del mundo, sí, mejor que la Argentina; está acá, en Río. O mais grande do mundo. Es fría y suave y sacia la sed de alcohol de la sangre consanguínea. Y las calles que se pierden, sin pausa. Esto es el Rio real, el que deja de lado la sensación de domo cerrado y posibilita la mezcla y el contacto. Sólo la noche, la música, la comida y la bebida consiguen esto: que el Rio real muestre sus contrastes mezclados, en pastiche. Que los domos se rompan y que se filtren en ellos todos los peligros y las seguridades, todos los sexos y sexualidades, todas las clases sociales y los colores de piel. Éste es el Rio real y la verdadera forma de sentirlo. Las callecitas seguras y peligrosas, así, al mismo tiempo, todo el tiempo. Los sabores de camarones fritos y las caipifrutas que probamos y son riquísimas y los tambores y la gente en los balcones con sus copitas en las manos. Rio es Lapa, su noche, y siento que, con los domos rotos y la mezcla en mis narices, por primera vez en Rio, soy feliz. No voy a dejar de venir a Lapa ningún viernes desde ahora hasta que me vaya. Espero poder sostener la promesa. Mientras, aspiro la borrachera y la comilona de la noche: ambas, mezcladas, saben a caipifruta, salchicha, queso, cerveja y camarón frito. Todo adentro, como se dice en Leones.
EL VIEJO JARDÍN BOTÁNICO
MARIANA Y SU SORPRESA
jueves, 18 de septiembre de 2008
Ipanema. El regreso.
Pao de azúcar- FINAL
PAO DE ACUCAR IV. El Pan de azúcar al fin.
PAO DE ACUCAR III. El Morro de Urca.
PAO DE ACUCAR II
PAO DE ACUCAR I
martes, 16 de septiembre de 2008
RIO 20000, EL NIÑO 0
lunes, 15 de septiembre de 2008
CANTAME UNA DE CHICO Y SOY FELIZ
LLAVES
sábado, 13 de septiembre de 2008
Santa Teresa II
Santa Teresa I
viernes, 12 de septiembre de 2008
A FABIÁN NO LE GUSTA EL HOSTEL
Paredes descascaradas, sin baño, dos camitas con acolchados rotos y todo por cien reales. Y acá el sueldo en branco, decía la tele, es de 900 reales y el sueldo en preto, de 550. De más está decir que la mayoría cobra en preto. ¿Cómo hacen para vivir con esto? ¿O para pagar un alquiler de 1800 reales, o de un hostel-pocilga que cuesta cien reales por día? Es la gran pregunta. La respuesta es obvia: viven. Y lo hacen en una ciudad como Angosta, la del libro de Fasciolince. Sí, los que cobran eso, viven en la favela. Trabajan ocho horas al día, todos los días para vivir en el peligro y en el dolor. Porque la ciudad segura y linda, sólo admite sueldos mayores y ese peaje hay que pagarlo. ¿Para qué trabajar así y cómo no ser narcos o dedicarse a robar, entonces? Nos preguntamos con Mariana. Brasil no se parece tanto a ese mundo perfecto que por estos días pintan los diarios argentinos. Claro, eso sí, los que acceden al peaje están bien. Yo estoy bien. Usted que me lee está bien. ¿Pero a costa de qué? Un poquito de frivolidad y cinismo: mañana me voy a la playa. Comeré salgados y sacaré fotos. Qué lindo!!
Dos cosas, la misma cosa
jueves, 11 de septiembre de 2008
UN POQUITO DE FRIVOLIDAD, POR FAVOR
Sin embrago, junto con ellas, también la frivolidad y el cinismo como reacción ante la maquinaria y como acción de la maquinaria que nos hace sus piezas. Como táctica de supervivencia ante lo exigido por la maquinaria. Como máscara para vivir de nuestra necesidad en medio de la maquinaria y para hacer posible, alguna vez, un punto de fuga que la haga estallar. Porque si no, sin la frivolidad y sin el cinismo, ya estaría desintegrado por esta suerte de melancolía que, de acuerdo con Agamben, me crea fantasmas para subsanar una pérdida de algo que nunca tuve. No sé todavía, qué. Pero me pierde la mirada, en la tierra, allá en el morro, en el suelo donde está la favela.
ME DESPIERTAN LOS MILITARES
martes, 9 de septiembre de 2008
CAMPAÑAS ELECTORALES BRASILERAS
MARIANA ME ACUSA DE ROBARLE UNA BOMBACHA
SILVIA NOS VISITA
lunes, 8 de septiembre de 2008
NUBE
domingo, 7 de septiembre de 2008
SUEÑO
sábado, 6 de septiembre de 2008
PRAIA CHI IPANEMA
Este mar es intimidante. Violento, tanto como mi mundo de infancia. Me asusta esa violencia. La misma que en el morro de Ipanema, en el fondo de la praia se ve extenderse en lucecitas sobre la ladera de favelas. Y que se va a comer a Rio en cualquier momento. Y merecidamente. Porque se puede hacer algo desde el poder, sólo hay que hacerlo. Pero no. Se prefiere controlar la violencia con cercos militares, sin cambiar el fondo de la cosa. Igual que en Argentina, frenar el hambre con plan trabajar de cien o doscientos pesos. Pero peor que Argentina, más multiplicado y con un arma en la cabeza y con la gente que asimila como normal esa voracidad de las lucecitas que la vigilan desde el morro y que cualquier día se les van a venir encima y no va a haber militar que resista. Tal vez por eso el mar es tan violento; para que le temamos a él y no tengamos que matarnos entre nosotros.
FERIA
viernes, 5 de septiembre de 2008
CHAT
por qué no me hablás, malo???
www.totalmenteequivocado.blogspot.com dice:
eyyyyyyyyyyyyyy
Has enviado un zumbido.
Has enviado un zumbido.
F dice:
ok
Fdice:
aqui estoy
www.totalmenteequivocado.blogspot.com dice:
pero por qué no me hablás, malo???
Has enviado un zumbido.
F dice:
jajajaa
F dice:
si aqui estoy
www.totalmenteequivocado.blogspot.com dice:
qué estás mirando, más importante???
F dice:
ok
F dice:
solo terminaba de leer del blog
www.totalmenteequivocado.blogspot.com dice:
ah, bueno
F dice:
pero no podía por mi ojo majado
www.totalmenteequivocado.blogspot.com dice:
bobo
F dice:
perdón mi Ojo mojado
www.totalmenteequivocado.blogspot.com dice:
caro dice que también lloró
www.totalmenteequivocado.blogspot.com dice:
NO ES PARA TANTO
F dice:
Es que tine imagenes
F dice:
que siempre sentí de mi vida
F dice:
tuve oportunidad de ver cosas que mis viejos nunca vieron
F dice:
y ahora creo que por ahí ahora ya tampoco tienen interés de ver
F dice:
quizás antes, de jóvenes pensaban en eso también
F dice:
ahora como que ni se acuerdan de que hubiesen queriado ver
F dice:
o tal vez nunca ni siquiera pensaron porque sabían que no era para ellos o que no iban a poder
F dice:
jajaja
F dice:
pensaba
F dice:
en mi papa
www.totalmenteequivocado.blogspot.com dice:
ES LA DIFERENCIA DE LA CLASE Y VISTA DESDE ABAJO COMO DISTANCIA
F dice:
contento con un tele 29 con pantalla plana
www.totalmenteequivocado.blogspot.com dice:
ESAs SENSACIONES ME ACOMPAÑAN TODO EL TIEMPO
www.totalmenteequivocado.blogspot.com dice:
SON LO POCO QUE PUEDO APORTAR
F dice:
y yo quiero un plasma
F dice:
es como cuando ellos pensaban en vacacionar en córdoba y yo quería ir a europa
F dice:
jajajaja
www.totalmenteequivocado.blogspot.com dice:
JJAJAJAJJJAJAJJJAJAJAJJJA. Pero no es tan así lo que digo yo: a mí nunca se me cruzó por la cabeza salir del país, hasta el año pasado y, ahora. Cuando era chico, no pensaba en salir de Leones, ¿cómo iba a hacer?
F dice:
esta lentecita como un punto rojo que me mira
F dice:
pelotudez
F dice:
pero me emociona
F dice:
saber que por estas letras que tipeo mal o detrás del ojo rojo que me mira como tuerto
F dice:
podes estar vos… miles de kms
www.totalmenteequivocado.blogspot.com dice:
mmmmmmmmmmmm
www.totalmenteequivocado.blogspot.com dice:
es re lindo que digas eso
F dice:
Mañana tengo que hacer 57 hs en el trabajo, podré?
www.totalmenteequivocado.blogspot.com dice:
nunca antes lo habías hecho y, además, no fuiste cursi
www.totalmenteequivocado.blogspot.com dice:
hiciste poesía
www.totalmenteequivocado.blogspot.com dice:
sí, vas a poder
www.totalmenteequivocado.blogspot.com dice:
eso que sentiste es lo que me pasa todo el tiempo y me lleva a escribir
www.totalmenteequivocado.blogspot.com dice:
y me encanta que te haya pasado
www.totalmenteequivocado.blogspot.com dice:
F dice:
qué silencio
www.totalmenteequivocado.blogspot.com dice:
simmmm
F dice:
menos mal que trabajo mucho
F dice:
así no pienso
www.totalmenteequivocado.blogspot.com dice:
estoy demasiado feliz
F dice:
yo estoy algo triste
F dice:
no triste
F dice:
emocionado
www.totalmenteequivocado.blogspot.com dice:
a pesar del espacio
F dice:
o angustiado
www.totalmenteequivocado.blogspot.com dice:
pero es una tristeza de amor, no de angustia
www.totalmenteequivocado.blogspot.com dice:
es linda
www.totalmenteequivocado.blogspot.com dice:
porque hicimos contacto, muy profundo
F dice:
pero mañana me pongo el traje de chico Sies o me cargo la corzolandia encima
www.totalmenteequivocado.blogspot.com dice:
para algo sirvió el viaje después de todo