Amanece con lluvia y, después, por suerte para. Así ha sido el clima en Río desde hace un mes. Así es hoy. El primer día de sol desde que está
Fabián. Tenemos que aprovecharlo. Le digo que meto a
Sarduy en la mochila y nos vamos a
Ipanema, a las 13. Pero no, en el camino a
URCA (para ver si por fin encuentro al
chaveiro; desde hace dos días que cada vez que voy, me cierra en la cara su
autito -conclusiones
miserabilistas obvias; no voy a reiterarlas-), justo en ese momento, vemos el
Pao de
acucar y decidimos que va a ser lo mejor (el
weather channel nos anticipa una semana entera de
chuva, pero no santa, como en la canción de María Rita). Así que hago el juego de llaves (por fin) y, luego de la conclusión de que en esta ciudad hay una proliferación de
chuveiros (a veces tres por cada cuadra) y de que, además, hacen un muy trabajo (no tuve problemas en abrir la puerta), luego de eso, nos vamos a la montaña. Ahí lo ven al Niño Campeche. Pregunta si
eu sou estudante da
PUC,
tenhio alguma promocao por
isso. Le responden que as
promocoes sao so para residentes da
cidade.
Eu sou um residente temporario.
Entao tem que
passar por alá. El Niño va a la otra ventanilla, muestra la
carteirinha da
PUC y, sin
nigún problema, lo aceptan como un
carioca más. Le entregan un
ticket de descuento y le ponen en la muñeca una
cintita que dice
CARIOCA MARAVILHOSO. Nao pode acreditar
isso, mas é
certo. Nao da
certo. E
certo. El Niño campeche se da cuenta de que con sólo esa
carteirnha (la credencial de la
PUC) es un
carioca y no únicamente eso; también la
carteirinha lo denomina
Pesquisador sem vinculo. Es investigador. Ya no va a
desyuyar más soja, no va a hacer alambrados, ni a construir casas, ni a darle de comer a los animales, ni para su padre ni para ningún patrón. Ahora es
pesquisador y
carioca y paga el 50 % menos para subir al
telesférico del
Pao de
acucar.
Increible. Y sólo por eso. Lástima que por ser habitante de una Villa en Argentina, sin posibilidad de estudio universitario, no les den la oportunidad a otro. Pero no importa eso, menos ahora. Hay que disfrutar, lo dicen en la tele, me dicen ustedes, que me leen, perdón, que lo leen; no hay que pensar, hay que dejarse de eso y disfrutar a Rio, eso es para otro.
Fabián lo mira con odio, porque a él no le hacen ningún descuento. Y se ríen.
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