sábado, 25 de octubre de 2008

FALLAS

A veces, Internet falla y no permite que el vacío se termine. Pienso que se cortó la luz y te fuiste a dormir. No importa. De todos modos, el hueco no se va a terminar hasta que vuelvas. Esa cosa -parece metafísica esto- que se ahueca en el medio, con un dolor, insuperable. Es la noche y sigo leyendo sobre realismo. Por la ventana, se ve el morro oscuro. Siento - en la pieza- el tecleo de Mariana que volvió a las once de la noche de Buzios, contenta. Me parece que completa su blog. Y hago tiempo, para ver si aparece el cartelito del messenger y me dice que te conectaste. Pero todavía no. No sé por qué estoy así. Saber que, siquiera, por medio de la pantalla, estamos en contacto, me tranquiliza, como si tuviera miedo a la distancia. No sé. Un hola y un chau, a veces, son determinantes. Nunca creí que me volvería tan estúpidamente sentimental. Pero así es. Y el morro sigue solo, allá afuera, del otro lado de la ventana y a oscuras. Una imagen para nada realista, supongo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

TE AMO, TE AMOOOOO, TE AMOOOOO, TE AMO MUCHO Y ODIO ESTA LEJANIA QUE LASTIMA Y LASTIMA MUCHO, TE AMO