Otra vez en el aire. Suspendido, con un banco de nubes que le pone los lentes de sol y la camarita en la mano. Siente el aire que le raspa el cuerpo del avión, a través de la camarita que no deja de filmar el despegue, aunque no se pueda. Para no olvidarlo o, al menos, olvidarlo menos.
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No hay pasaje
que pagar
para aquella
que se presta
dócil
al uso.
Sentencias ajenas
que se repiten.
Lo que se aprende
se exhibe.
Él,
detrás mío.
También.
Pe...
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Midnight in Paris
La vi hace uno días, y hace unos días que no puedo dejar de pensar en ella.
De las últimas películas de Woody, ésta es sin duda la que ...
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