Me quedé solo. Mariana acaba de irse. Me hubiera metido en su valija y listo. Pero no. Para algo me pagan. Únicamente silencio. Nada más ahora. Y Silvia que me habla y Fabián que me dice que no estoy solo, que él está del otro lado de la pantalla. Lo único que quiero es acostarme a dormir.
Saber
-
Nunca pensé
que pudiera ser yo
la que quisiera irse.
La sabana tirante,
la pared azul,
seis escalones
ridículos
hasta el baño.
Hace 3 años
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