Nunca lo dije. Porque ella leía el blog y no quería hacerla sentir más mal de lo que estaba. Hoy la operaron de un tumor en la médula o en las vértebras, entre el cerebelo y la columna. Se lo diagnosticaron hace un mes, a la semana de lo de Guille. Me sigue la muerte; ya es obvio. Pero esta vez, Silvia la vence a ella con sus superpoderes cariocas. En la cirugía, sale todo otimo y su mamá me dice que está contenta del otro lado del teléfono. Mis dedos y mi cabeza sienten ganas de derramar su mar en la bahía y correr y festejar . Pero prefiero la tranquilidad de saberla bien a ella y me quedo callado, mirando el morro, del otro lado de la ventana.
Saber
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Nunca pensé
que pudiera ser yo
la que quisiera irse.
La sabana tirante,
la pared azul,
seis escalones
ridículos
hasta el baño.
Hace 3 años
1 comentario:
cristian querido,
só hoje li este post. muito obrigada. sua torcida fez toda a diferença. sigo melhor a cada dia. um beijão!
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