martes, 2 de septiembre de 2008

Experiencias

V. 2 de septiembre del 2008
Ahora comprendo los personajes de Noll, cuando salen de sus lugares de origen y se potencian en el desarme hasta volverse unos “completos idiotas”. Yo soy un completo idiota. Acabo de ir a la PUC a encontrarme a una cita que supuestamente era hoy; pero no, debe ser mañana. Me dan una ficha para completar, en medio de mi humillación de lengua cancelada y no puedo hacerlo. La llevaré mañana, bien llena, como tiene que ser. Creo que mi yo, es cada vez menos claro y menos yo.
Pero eso no importa. Por primera vez Río me experimenta, me atraviesa, a través de un colectivo que me lleva de regreso a URCA, al pie del primer descanso de los teledirigibles al Pao de azúcar. Ahí está minha casa. La comencé a sentir hoy, con una fuerza que en el día creció cada vez más. Minha casa y el morro; la referencia a seguir para no perderme. ¿Pero cómo no perderme? La sensación de un paisaje que me atrapa, con su Jardim Botanico, los comercios de Botafogo, as lagoas, llenos de barcos hasta el hartazgo, me gravan imágenes y se meten al cuerpo para contrarrestar la angustia que parecía no frenarse pero a la que, ahora, Río le gana. La ciudad no puede describirse, hay que dejarse filtrar con ella; ni siquiera las fotos dan cuenta de lo que a uno le pasa, por dentro, a través de ruas verdes y misteriosas, llenas de esos típicos latinoamericanos: tan vivos a pesar de la agonía.

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